Martes, 20 de Mayo... ¡¡Hoy toca visita de los músicos!!
Pero primero, como cada día, se realiza una actividad libre hasta que llegan todos los peques. La de hoy es volver a disfrutar y recordar todo aquello conseguido y descubierto ayer con las botellas sonoras. En su caja, se dejan las botellas en el suelo del aula, ésta vez fuera del tatami, y vuelven a ser los dos mismos segundos los que tardan en vaciar dicha caja y coger las botellas para comenzar sus acciones.
Los niños y niñas te dicen que llevan dentro las botellas, ya que todas son transparentes para poder ver el material. Diferencian que las botellas suenan diferente y que por ejemplo, la de nueces suena muy fuerte; y relacionan del concepto de la palabra igual, sabiendo que botellas tienen el mismo material por dentro idéntico o el envase de la propia botella igual.
Y con sus propias melodías al ritmo de las 'maracas' llegamos a la sesión de música. El aula de Tati y el de Julia llegan 'al nuestro' para coger todos los asientos, con ganas recibimos a los tres artistas de la música.

Comienzan con música instrumental y van intercalando canciones con letra. Como en otras ocasiones, varias de ellas son presentadas con sus propios personajes en peluches.
Hoy el primero en salir ha sido el elefante:
- Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña
como veía que no se caía, fueron a llamar a otro elefante: ¡Elefaaaanteeeee! -
Media hora por delante para disfrutar bailando, escuchando, sonando, cantando, mirando,...
Algunas de las canciones con las que hemos disfrutado hoy han sido: foca marisol, tengo un tallarín o coco. Otras dos son:
- Cocodrilo -
Hoy al estar el tiempo revuelto, después de comer no salimos al patio, realizan actividades libres en el aula con vehículos y con muñecas...
Al rato nos vamos de excursión, primera parada:


Es un espacio debajo de las escaleras decorado por las educadoras. Rincón que cambia de decoración y temática, ésta vez es de luz negra y decorado como una casa.

Era la primera vez que íbamos, nos sentamos en la puerta y Bárbara les explicaba que estaba oscuro y que cuando ella encendiera la luz todo se vería de colores que lucen. Llamamos a la puerta... no hay nadie, la bruja está de vacaciones, podemos pasar.
A varios peques les da miedo la oscuridad o la propia bruja aunque allí no haya nada, se quedaban con Bárbara y conmigo cerca hasta coger confianza, y si no querían entrar se podían quedar fuera en la puerta.
Estuvieron viendo los utensilios y objetos que tiene la bruja en su casa, la luna y las estrellas a través de una ventana (dibujo dentro de la cueva), libros, su ropa,...
Salimos al poquito tiempo puesto que había algunos peques que no estaban cómodos y no querían estar.
Cambiamos de destino,
Nos sentamos antes de entrar para recordar las normas, como no se corre o no se tiran los libros.

Todos teníamos ganas de entrar, abrimos la puerta y a disfrutar entre historias...
Cientos de libros para reunirnos entre brazos y escucharlos, compartirlos y leer todos las historias escogidas por los peques, moverse y descubrir las capacidades del espacio.
Se contaron muchos cuentos, pero sólo uno lo vivieron y sintieron todos los peques juntos, ya que al contar otros cuentos no estaban todos alrededor, cada uno elegía que quería hacer en ese espacio.
Bárbara contó 'El globito rojo'


Cuento ilustrado donde el texto lo pone quien lo cuenta.
Una imagen roja que comienza por ser una pompa grande de un chicle y se convierte en... mejor descubrirlo por uno mismo.
Ilustraciones donde nada es como parece, da rienda suelta a la imaginación y nos muestra un mundo lleno de comunicación y de posibilidades.
Antes de irnos son dos compañeras que tras la ventana nos dicen el tiempo que hace en la calle y lo que tardará en llover, al salir de la escuela habrá que abrigarse. Un peque quería verlo en primera persona, no quiso perderse el cielo.
Decimos adiós a los libros, a los tres cojines que guardan este espacio, dejamos todo es su sitio para volver a disfrutarlo el próximo día.
Nos dirigimos al aula, toca quitarse las zapatillas e ir a dormir. Una siesta por delante donde yo, después de comer, me voy a bebés; hoy en la puerta había una sorpresa...
El mensaje de la puerta lo habían cambiado,
DÍA 34

Comienzan con música instrumental y van intercalando canciones con letra. Como en otras ocasiones, varias de ellas son presentadas con sus propios personajes en peluches.
Hoy el primero en salir ha sido el elefante:

como veía que no se caía, fueron a llamar a otro elefante: ¡Elefaaaanteeeee! -
Media hora por delante para disfrutar bailando, escuchando, sonando, cantando, mirando,...
Algunas de las canciones con las que hemos disfrutado hoy han sido: foca marisol, tengo un tallarín o coco. Otras dos son:
- Cocodrilo -
El cocodrilo se metió en la cueva, de pronto asomó la cabeza
miró para un lado y al otro, y ¿qué pasó? y ¿y que pasó?
que el cocodrilo se metió en la cueva, de pronto asomó la cabeza
miró para un lado y al otro, y ¿qué pasó? y ¿y que pasó?
¡Se sorprendió! ¡¡Aaaaah!! (onomatopeya de sorpresa)
La última canción es con la que nos ponemos de pie para mover todo el cuerpo al ritmo de la música, de 'Juan pequeño baila'
Para finalizar la sesión, antes de irse, los peques pueden coger los peluches, verlos y tocarlos; hoy, han ido todos a saludar a Flipi, y ella muy contenta les ha querido dar un beso muuuy fuerte a cada uno.
Se despiden, hasta la próxima...
- Un barquito chiquitito -
Había una vez un barquito chiquitito, había una vez un barquito chiquitito
que no sabía, que no sabía, que no sabía navegar
pasaron un, dos, tres, cuatro, cinco, seis semanas
pasaron un, dos, tres, cuatro, cinco, seis semanas
y aquel barquito, y aquel barquito, y aquel barquito navegó
y si esta historia parece corta, volveremos, volveremos a empezar
(se canta de nuevo con un ritmo rápido)
Había una vez un barquito chiquitito, había una vez un barquito chiquitito
que no sabía, que no sabía, que no sabía navegar
pasaron un, dos, tres, cuatro, cinco, seis semanas
pasaron un, dos, tres, cuatro, cinco, seis semanas
y aquel barquito, y aquel barquito, y aquel barquito navegó
Hoy al estar el tiempo revuelto, después de comer no salimos al patio, realizan actividades libres en el aula con vehículos y con muñecas...

Al rato nos vamos de excursión, primera parada:
La cueva de la bruja


Era la primera vez que íbamos, nos sentamos en la puerta y Bárbara les explicaba que estaba oscuro y que cuando ella encendiera la luz todo se vería de colores que lucen. Llamamos a la puerta... no hay nadie, la bruja está de vacaciones, podemos pasar.
A varios peques les da miedo la oscuridad o la propia bruja aunque allí no haya nada, se quedaban con Bárbara y conmigo cerca hasta coger confianza, y si no querían entrar se podían quedar fuera en la puerta.
Estuvieron viendo los utensilios y objetos que tiene la bruja en su casa, la luna y las estrellas a través de una ventana (dibujo dentro de la cueva), libros, su ropa,...
Salimos al poquito tiempo puesto que había algunos peques que no estaban cómodos y no querían estar.
Cambiamos de destino,
La bebeteca

Todos teníamos ganas de entrar, abrimos la puerta y a disfrutar entre historias...
Cientos de libros para reunirnos entre brazos y escucharlos, compartirlos y leer todos las historias escogidas por los peques, moverse y descubrir las capacidades del espacio.
Se contaron muchos cuentos, pero sólo uno lo vivieron y sintieron todos los peques juntos, ya que al contar otros cuentos no estaban todos alrededor, cada uno elegía que quería hacer en ese espacio.
Bárbara contó 'El globito rojo'
Cuento ilustrado donde el texto lo pone quien lo cuenta.
Una imagen roja que comienza por ser una pompa grande de un chicle y se convierte en... mejor descubrirlo por uno mismo.
Ilustraciones donde nada es como parece, da rienda suelta a la imaginación y nos muestra un mundo lleno de comunicación y de posibilidades.
Antes de irnos son dos compañeras que tras la ventana nos dicen el tiempo que hace en la calle y lo que tardará en llover, al salir de la escuela habrá que abrigarse. Un peque quería verlo en primera persona, no quiso perderse el cielo.
Nos dirigimos al aula, toca quitarse las zapatillas e ir a dormir. Una siesta por delante donde yo, después de comer, me voy a bebés; hoy en la puerta había una sorpresa...
El mensaje de la puerta lo habían cambiado,
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DÍA 34
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