DISFRUTANDO...

Día 21

Lunes, 28 de Abril

El día amanece despejado, totalmente al contrario del estado de 'mi mente'.

Puerta del aula
Primer día... de semana
                              de cambio
                                            con nueva educadora
                                                            con nuevos niños y niñas

Comienza la etapa 1-2 años, ¡con nerviosismo me reciben con los brazos abiertos!


Durante varias semanas mi nueva puerta, la que cruzaré para seguir mi aventura será 'LA RATITA'

Damos, con muchas ganas, la bienvenida al DÍA 21



Mi actuación los primeros minutos del aula, además de, por supuesto, saludar a Bárbara y a los peques, es observar e ir integrándome poco a poco con el grupo; ya que es la primera vez que los niños y niñas me veían y en el primer contacto era para ellos una persona desconocida, y yo que 100% no sabía muy bien como actuar de primeras (todo sea dicho jeje).
La primera actividad, a los pocos minutos de dar las 9 en punto, era el cesto de los tesoros (propuesta lúdica que consiste en introducir en un cesto, de baja altura y con fija posición, aproximadamente, 60 objetos de uso cotidiano y naturales que no sean juguetes. Éstos son presentados en el interior del cesto, deben ser de fácil limpieza y sustitución, y los que no causen interés serán reemplazados. Se debe tener precaución con las partes extraíbles o de pequeño tamaño.)
















Con los objetos han podido desarrollar sus destrezas y manipularlos como ellos y ellas deseen y sientan en ese momento. Es una actividad totalmente libre donde la educadora solo media ante conflictos, deja que los niños y niñas jueguen, toquen, diferencien unos objetos de otros, experimenten con las texturas, sonidos y características visuales,...
A los minutos era hora de recoger, volvía a oír la canción que le escuchaba a Rosi  -educadora de bebés-: a guardar, a guardar cada cosa en su lugar. Pero con distinto ritmo, frase que cada una la han hecho, a su manera, suya.

¡¡Teníamos una super actividad hoy!! Los alumnos y alumnas del Ciclo de Educ. Infantil de nuestro Instituto, Villablanca, han preparado diversos talleres de ciencias (y muchos dirán ciencia para niños tan pequeños...si...os sorprendería todos los aspectos que incluye esa materia). Estarán estos tres días (Lunes, Martes y Miércoles) divididos en pequeños grupos y pasando por todos los niveles. La actividad es igual para todo un mismo nivel, y a su vez, distinta a los demás niveles, es decir, todas las aulas de 1-2 años podrán disfrutar de la misma actividad, y ésta es distinta a la de 0-1 y 2-3 años; siendo cada una específica y concretando unas características y objetivos a trabajar.

Pero antes de eso, hasta empezar con el taller, tocaba reconocimiento de asistencia y cuentos. Para ello, todos se han sentado en el tatami, yo en un lateral y Bárbara enfrente de todos. El hilo conductor con las fotos y nombres de cada uno es una casita-libro. 
14 imágenes (unidas con anillas) de una casita pintada, la primera pertenece a una ratita (protagonista del aula), son las 13 siguientes (es el número de niños y niñas del aula) las que esconden detrás de la puerta a cada uno de los peques.
Todos reconocen la imagen y dicen en voz alta y juntos quién es, acto seguido es Bárbara la que dice: Buenos días (nombre) ¿Cómo estás hoy?
Si alguno falta se explica el motivo, vendrá en un rato con su mamá en el carro o está malito en casa, por ejemplo.

Segundos después eran ellos y ellas los que elegían el cuento... ¡el loboooo! Con una petición clara y firme, Bárbara sacaba 'Caperucita roja'. Interactuando con ellos y no siguiendo el texto del cuento, nos dejaba con la mirada fija ante los protagonistas, con los que jugaba con el tono y volumen de la voz. Los niños y niñas se sabían perfectamente la historia y la secuencia de escenas e imágenes, ayudando en los mensajes e interacción.
Era un cuento que hacía alrededor de un mes que no lo contaba en el aula, pero que su triunfo y preferencia por él estaba asegurado, ¡les encanta!
Al terminar, llegaba Rosi (una educadora de apoyo llena de alegría) ¡la actividad estaba preparada! eran 6 los que se quedaban con ella en el aula, siendo los otros 7 los primeros en realizar y disfrutar de la ciencia en el aula de Rosi (que lío tantas Rosis jeje) de bebés, que nos habían prestado su espacio.


El material estaba organizado encima de la mesa de bebés, en forma de U; en ella habían colocado para cubrirla bolsas de basura abiertas y encima papel continuo blanco, permitiendo a los peques plasmar sus obras en dicho papel.
Encima de ello de colocaban todos los utensilios y materiales para realizar el taller.
Todos los peques, junto con Bárbara y conmigo en el tatami, han recibido una pequeña explicación antes de comenzar con la actividad de los productos con los que van a tener contacto, el nombre de los mismos y una norma: no se mete a la boca ni a los ojos.
Y ¡a por ello! eran 3 recipientes llenos de arena, harina y crema de afeitar respectivamente, 


La experimentación con ellos fue más que completa.

Pintaron sobre el papel continuo con la crema de afeitar, mezclaros productos, los tocaron con las manos, salpicaban con ellos,...



Pudieron investigar sobre las características de lo utilizado, el olor, la textura, que la arena tiene piedras, si aplastas la crema se va entre los dedos, espesor si mezclas unos con otros...


Sin parar ni un segundo, se les veía la cara y la expresión de un gran disfrute.






Actividad libre y sensorial, donde pueden utilizar todas sus habilidades y destrezas para investigar y conocer, con los 5 sentidos bien abiertos, todas las cualidades y posibilidades que tiene cada uno de los productos.






Como último material a mezclar y percibir, antes de acabar la actividad, fue un elemento natural, el agua.
En un recipiente hasta la mitad de agua los peques salpicaron, se lavaron las manos, mezclaron aún más los otros 3 productos, observaban como se movía, que pasaba si cogían el agua, como se hace el barro,...

La actividad tuvo una duración de aproximadamente media hora. 

Por último, quedaba lavar y cambiar de ropa a cada uno de los participantes. ¡Dicho y hecho! 
Por el mismo aula en el que estábamos, el de bebés, salimos al patio... hacía un soooool.
Las acciones y manipulación, respecto a bebés, es distinta puesto que los de 1-2 años tienen una mayor autonomía personal y destrezas. Juegan con la arena, las palas y cubos, los propios columpios del patio, subir, bajar, recorrer el patio, jugar a la pelota,...
Una curiosidad de estos momentos al aire libre es que los chicos de las clases de 1-2 años se ponen en un rincón y forman su propio equipo de fútbol con toda su alineación, se pasan la pelota, meten goles, los celebran, hasta repiten la palabra penalti; todo un misterio el observarles ante este juego.

Tras una mañana muy y bastante completa, es la hora de comer... todos volvemos al aula y con ayuda de Bárbara y Lea (una excelente teacher, que les inicia en el inglés) de uno en uno se van lavando las manos y sentándose en su taco.
Todos comen con cuchara, muy pocos necesitan de ayudan para terminarse los platos y, al finalizar, de nuevo, de uno en uno van pasando por el lavabo y con ayuda ¡a limpiarse!.
Hasta la hora de la siesta vuelven a salir al patio unos minutos junto con uno de los grupos de 1-2 años (puesto que en total, en la escuela, son 3 aulas de 1-2 años).

Hoy tocaba comer, tanto Edu como yo, en el primer turno y tras ello, dirección al Instituto... tocaba tutoría y seguimiento de proyecto. Reencuentros con las compis y puestas al día, la tarde pasaba rápido. Del proyecto que decir... esto se va acabando poco a poco, últimos puntos y pinceladas. 
Tarde de decir, de gritar, de que se enteren, de unión, de escucha, de educación y pública, (yo no pude ir, pero estuve con Edu y Los Juncos, y cada una de las escuelas que fueron, como E.I. La Hiedra o E.I. La caracola, en pensamiento en todo momento)





Un mensaje sencillo, con sentimientos y lucha continua,




Frase nocturna conversando con Edu (dice que no pero idea de inglés tiene jeje) que finaliza el día, así es, si,

time at time



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