DISFRUTANDO...

Día 46

Con los toldos de la terraza subidos, luz natural, un sol radiante y una sonrisa en la cara desde primera hora amanece en la clase de la abuelita.

Nos dan la bienvenida los peces, concretamente cuatro, que están en al aula a diario; los peques les dan de comer todos los días a primera hora, cada día le da uno distinto.






Nos espera un día cargado de... mejor leerlo jeje.



Hoy predominan cinco rincones con material en el aula. Cada niño y niña elige según el momento con que material quieren jugar y que hacer; unos espacios con total libertad. 


El primero con troncos de madera de diferentes tamaños, grosores, anchura y color, puestos unos pocos en el suelo y el resto en su correspondiente cesta. 

Éste material ha sido elaborado y modificado a mano por Concha, es decir, ella tenía los troncos y tras mandarlos a cortar, los lijó y los barnizó quedando un material único y natural para que los niños y niñas disfruten con ellos. Un trabajo enorme lleno de posibilidades para los peques.






Fueron un par de peques los que disfrutaron de este material, organizándolo de forma distinta y haciendo sus propias construcciones. 
Concretamente una niña que se lo pasó en grande poniendo, tirando, mirando, cogiendo,... hasta hizo su propio camino.

















Tenía los trozos de tronco delante y entre los mismos y ella se puso a construir su torre, cuando quería coger alguno no se daba la vuelta ni nada, simplemente alargaba el brazo para cogerlos; esto se volvía más complicado cuando la torre aumentaba su altura y la rozaba y se caía. Estuve durante varios minutos mirándola y todas las veces que la torre se la derrumbada, ella seguía con el mismo método de coger los trozos para ponerlos, hasta conseguir una buena altura. Fueron varios intentos hasta que finalmente consiguió hacerla como ella quería y con varios ensayos hasta no tirar ninguno.



Un calidoscopio, dos lentes (una con visión de 'mosca' y otra que multiplica la imagen) y un bote con conchas pequeñas y una lupa arriba, son los objetos que nos encontramos encima de la mesa, en un lateral del aula.
Esta zona es tranquila y pausada en cuanto al ritmo de actividad, dando oportunidades a los peques de investigar con poco material y parado en el sitio, proporcionándoles actividades poco movidas.

Éstos objetos son trasladados por distintas zonas del aula, pudiendo con dos de ellos, las lentes (el rojo y amarillo de madera), ver cualquier objeto distorsionado o cambiada su imagen.
Ejemplo de 'ojo de mosca'
El bote de las conchas y la lupa (el bote transparente) les permite tener una imagen más cercana de los objetos que se metan en el interior, pudiendo verlos a través del bote trasparente como son en realidad y uno a uno usando la lupa.



En el centro del aula encontramos, como días anteriores, un 'puente' (como dicen los peques) construido con cajas de madera y puestas boca-abajo. Éstas se pueden colocar de diferente forma, hoy se le ha preguntado a los niños y niñas como lo querían y este es el resultado de su petición.






Es un rincón donde predomina el movimiento, y es que son pura energía y necesitan moverse constantemente. Aquí pueden andar alrededor, correr, saltar, caminar por encima, solo utilizar unos, sentarse en ellos, ... un espacio que brinda las necesidades de los peques.







Rincón de los coches, un espacio para la imaginación y el juego simbólico que siempre está disponible en al aula.

Hoy este espacio ha sido utilizado en su gran mayoría por un peque de la clase de Julia (aula de 1-2 años que comunica con el aula de 2-3 años de Concha, y donde se encuentra Edu esta semana).
Sus acciones principalmente han sido sacar todos los coches de sus estanterías y dejarlos en el suelo, para posteriormente volverlos a poner en las estanterías; varios de ellos han llegado al otro lado del aula, transportados en la mano de los niños.



Y por último, el rincón puesto cuando todos los niños y niñas ya habían llegado, creo que de los cinco específicos de hoy ha sido el más utilizado...


Experimentación con canicas, cajas, cuencos de metal, mimbre y madera, y moldes de silicona.


Las canicas estaban distribuidas varias en los distintos cuencos y de una en una en alguno de los moldes.


Con cuidado han metido canicas en moldes, cajas llenas moviéndolas (han hecho maracas caseras por ellos mismos), vaciado recipientes y llenarlos, ...



Actividad que trabaja sobre todo, la pinza, así como la musculatura general de las manos y brazos.
Un juego para compartir con los amigos, algunos jugaban solos concentrados en lo que hacían, se reían, hacían ruido con los objetos, se los prestaban.


Unas manos que percibieron sensaciones y destrezas en cada cuerpo.



Estos juegos libres se han realizado con el aula al completo de niños y niñas, para la siguiente actividad se ha dividido el grupo para poder prestar una mayor atención a los peques que la realicen, y éstos tengan más espacio para moverse.
En estas ocasiones acude un apoyo al aula (hoy ha sido Leah) que se lleva a la mitad del grupo, hoy ha sido a la bebeteca y la cueva de la bruja. Se hace equitativamente, el mismo número de niños se quedan en el aula como se va con la educadora de apoyo.
Los niños que hoy no han realizado esta actividad, lo harán otro día, siendo los que han sido los primeros en irse con la educadora de apoyo.

Los que se quedaban en el aula han comenzado a llorar porque se querían ir a la bebeteca, hasta que Concha les ha dicho que había una actividad y la cara les ha comenzado a cambiar, completamente cambiadas han estado cuando han oído que era con...




¡¡AGUA!!




Una caja de experimentación con tres barrenos de agua fría dentro (dos de ellos agua del tiempo y otro más fría al llevar tiempo corriendo el agua en el grifo) acompañados con diversos objetos: latas de distintos tamaños, cucharas, botes de plástico, embudos, botellas pequeñas de plástico y conchas.


Antes de empezar, los peques se quitaron la ropa, quedándose en calzoncillos o bragas (cuerpo al descubierto para poder sentir el agua por todas las partes). Con el calor que hacía estaban tan agustito.
Después se acercaron a la mesa estando los objetos dentro, menos el agua en los barrenos, que los traía Concha uno a uno. Al dejar el primero no se pudieron esperar, manos al agua y a navegar.


Se lo han pasado en grande.







Chapotearon en el agua, salpicaron sus caras y las de sus amigos, tiraron agua al suelo con el que luego si se movían del sitio se resbalaban, colar el agua de un lado a otro, vaciar los barreños para llenar la mesa, botes que suenan y descubren distintos sonidos con diferente cantidad de agua dentro,... infinitas oportunidades que da un material natural, el agua.



De repente apareció el padre de una de las peques por la puerta, traía unas cajas... ¡unas cajas llenas de patos! y lo que faltaba para terminar de disfrutar al 200%, ¡¡al agua patos!!

Concha y yo abrimos unos cuantos y se los dimos, al instante estaban todos chapoteando en su nuevo hábitat, un lago natural y único hecho por unos niños y niñas divirtiéndose.


- Los niños están más cubiertos por el cuerpo al estar sin ropa -


Los patos además de nadar, también salpican














Minutos y minutos en los que daba gusto quedarte mirándoles y viendo la expresión de sus caras. Ha disfrutado como un enano se suele decir, ellos...aún más.

Uno en uno fueron viniendo al otro lado del aula donde Concha y yo les esperábamos con toallas, con el fresquito en el cuerpo se ponen la ropa.





Al dejar de manipular, el material se quedó así...








Mirando al suelo, resbaladizo y un poco mojado,
















La caja de experimentación se cierra y se coloca en un lateral del aula para su próximo uso,






Y hoy me despido del DÍA 46 y del aula de la abuelita; en el nivel 2-3 años sólo estaba esta semana, pero mañana Viernes nos vamos de excursión ¡a la granja! así podré disfrutar de y con ellos en un medio y espacio distinto al de la escuela.
Aunque han sido cuatro días, muy cortos, he encontrado mi sitio y me he ubicado a la perfección con la ayuda de 16 peques y una espectacular educadora, Concha, a la que agradecerle lo tantísimo que me ha enseñado esta semana y antes durante el proceso de estas prácticas.
Ella trabaja unida al método o pedagogía Pikler, la misma en la que se basa nuestro proyecto y de la que hemos ido aprendiendo cada vez más y más. He podido observar y absorber al máximo de su trabajo, su forma de acompañar, de querer, de creer, de ofrecer, de poder... con palabras, movimientos y gestos, es la primera vez que veía un aula con Pikler, y desde luego que es increíble.
Concha, junto con Blanca, llevan investigando hace unos cuantos años e 'implantando' esto desde hace tres años en el aula, yo desde aquí las invito y las animo a seguir por muchos años más, gran esfuerzo que tiene una preciosa recompensa.



Edu y yo hemos podido aprender mucho de ellas a grandes pasos, con toda la ayuda que nos han ofrecido, ¡que es mucha! y poca a la vez, puesto que nos queda un amplio y largo recorrido del que ya hemos empezado a sembrar.




Me despido hasta mañana, con un cartel nuevo en el aula, que mejor que un cuento con una de las figuras referentes más importantes para los peques...




Y con un calor y afecto para guardar, un camino con el que sobre-sentir... el aula de la abuelita, 2-3 años...


GRACIAS




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