DISFRUTANDO...

Día 44

Se abre la puerta de la abuelita un día más, 03 de Junio, Martes.


Esta es la puerta de la clase de 2-3 años en la que me encuentro esta semana con Concha. Cada puerta de la escuela, son ocho aulas en total, tienen un dibujo significativo y representativo del aula, excepto la de bebés que es la que nos manda mensajes, unos mensajes preciosos de los que se encarga Rosi (enseñados días anteriores en mi etapa de 0-1 años y 1-2 años).
¡Buenos días Concha! y es que al entrar solo se encuentra ella, está colocando el material que utilizar y con el que jugar la primera hora del día, a lo minutos van llegando los peques con sus familias.
Hoy me encuentro varios rincones, parecidos y diferentes a los que ayer,

Al fondo del aula, el del máximo juego simbólico. Éste siempre está en el aula con todos sus componentes como la mesa, la cocinita o la cama, entre otros; pudiendo utilizarlo en todo momento los peques. Ellos lo descolocan jugando a su manera y cuando se indica el cambio de actividad o nos vamos del aula, ellos colocan todo como estaba para poderlo utilizarlo la próxima vez.



Rincón permanente en el aula en estanterías, el de disfraces. Los peques deciden el momento de su uso, cuando ellos quieran y les apetezca. En este espacio nos encontramos gorros, bolsos, cámaras de fotos, zapatos, antifaces, etc.






Este mueble de disfraces es el que separa la zona de las cocinitas de...



Los vehículos y juegos con ellos. Espacio también permanente en el aula, en el que varía el juguete puesto en la alfombra.
Éste puede no estar o situarlo sino en otro lado del aula, cogiendo los niños y niñas los coches y juntando los objetos.






En medio del aula encontramos, con la misma organización que ayer las cajas de madera de diferentes tamaños y niveles, 




Una variante que los peques han hecho es esta...

Juntar las dos cajas cuadradas de tamaño casi igual, una dentro de la otra y haciendo de zapatero para guardar y coger después, los zapatos del armario de disfraces.


Seguida de ellas, y si subimos por el lado derecho y bajamos por el izquierdo, vamos directos a un nuevo espacio, con poco material como podéis ver, y es que no hace falta cargar a los peques con objetos y juegos, no por tener muchas cosas van a jugar mejor o antes. 



Dos cajas de madera, una más bajita que la otra, y cerradas, junto a un cubo de tela lleno de figuras de animales y un castillo 'multi-acciones' es el material que Concha les ofrece en este rincón.
Aunque nosotros veamos acciones limitadas, ellos tienen infinitas.




Al lado encontramos el rincón del descanso. Colocado igual, permanente en el aula, y en el mismo sitio, es el espacio que disponen los peques para relajarse y tomarse un descanso cuando lo necesiten.
Un tatami forrado con una tela y decorado con varios cojines en los que apoyarse son los objetos de confort de los que disponen. A mano siempre está el armario de la derecha, donde encuentran cuentos llenos de historias y personajes diferentes, páginas y páginas de las que disfrutan tumbados, sentados, unos al lado de otros, solos,... como y cuando ellos necesiten.


Y por último, el rincón de la experimentación, separado de la zona de descanso por el mueble explicado anteriormente con cuentos.
Una mesa de experimentación (ejemplo y explicada en el día 10) fija en el aula, tapada y destapada para su uso con diferentes objetos dentro.
Hoy con arena de la playa, esa arena fina que se cuela entre los dedos, que huele bien y con la que recordar el ruido de las olas y el sol; y acompañada de embudos, latas, botes de plástico, botellas pequeñas, y como no podía faltar, conchas y mejillones pequeños.

Esta mesa va cambiando de material, hablando con Concha me ha dicho que anteriormente ha estado con pasta de diferentes tipos, una de las que más suele gustar a los pequeños son los puntitos de la sopa maravilla, y con cáscara de naranjas. Éstas últimas se dejaron secar y se trituraron quedando trocitos pequeños en tonos anaranjados y amarillos, de diferentes tamaños y formas irregulares, con un olor a naranja exquisito.

Son muchas las acciones para observar en este rincón de experimentación,

Todo organizado como ellos quieren para su juego, son varios peques los que pasan por la mesa utilizando varios objetos. Han decidido tras unos minutos mezclar las conchas y mejillones con la arena y poder así coger todo junto, meter la mano y coger los objetos mientras la arena cae, cogerlos con las cucharas,... 

Poco a poco la mesa ha terminado con más arena encima e incluso en el suelo; aunque intentan no tirar en el suelo la arena porque saben que mancha y que entonces ahí no pueden utilizarla para jugar.
Cada minuto que paso viéndoles con sus destrezas y habilidades, y realizando acciones tal y como las realizan me voy quedando más asombrada con los peques de esta edad.












Dos botes en proceso de llenarlos, uno con embudo dejando menos posibilidades a la arena de caerse fuera del envase, y otro sin embudo, directamente del cazo al envase, necesitando más tiempo para llenarlo y dando aquí si, posibilidad a la arena de caerse fuera.

Estos son los primeros minutos del día, donde interactúan y conocen a través de los materiales expuestos en el aula; varios rincones con poco material dentro de cada uno, como bien dice Concha el desorden y la no organización no ayuda nada a la actividad de los peques. Material atractivo para ellos y con gran variedad de 'grupos' para explorar ellos mismos con todo su cuerpo.
Los peques tienen interiorizado que el material de los rincones no se mezcla, esto no deja para que algo de material acabe junto de un lado a otro, pero no todo revuelto, cada cosa está en el espacio apropiado donde los aprovechan al máximo; así como después de su utilización recoger todo lo usado. En este caso las palabras son anticipar la siguiente actividad o si hay, por ejemplo como hoy, pieza de fruta al medio día, anticipar dicha fruta; con esto los niños y niñas saben que tienen que guardar y así hacen para seguir con el día. Concha y yo les ayudamos, acompañándolos en el proceso de recoger.



La fruta de hoy de medio día ha sido....

¡¡SANDÍA!!

Una fruta refrescante que les ha dado energías para seguir, llegaban unos minutos de gastar fuerzas al máximo.




¡Hoy era día de psicomotricidad! Bajamos al aula (recordar que el aula de 2-3 años está en la planta de arriba) y entramos a psico... (falta foto)
Los peques se quedan sentados nada más entrar, y Concha y yo preparamos el aula con los diferentes módulos, pelotas grandes, estructura con tobogán y una 'tienda de campaña' pequeña, delante de ellos. 
Ponemos torres con módulos circulas y altos, encima de ellos piezas pequeñas y finas; colchonetas a un lado; un mini circuito pegado al espejo con diferentes piezas como en forma de cuña, cuadradas y al final dos piezas en forma de escalera encajadas formando un rectángulo y dando una mayor altura, permitiendo saltar de ahí al suelo; dos pelotas grandes por el aula, módulo en forma de U invertida;... -no tengo fotos de ellos porque se me ha olvidado bajarme la cámara-
Una vez terminado todo Concha ha dado paso a los peques, ni un segundo a durado cuando todo estaba derribado y en el suelo, cada módulo solo con la forma propia que tiene, todo desmontado para ellos hacerlo a su modo y manera.

La destreza con la que se desenvuelven en la sala, el juego simbólico que utilizan, la ayuda que se ofrecen unos a otros, los rincones que hacen ellos mismos cada uno con una temática distinta, una imitación entre iguales que es digna de ver, un apoyo de la educadora hacia los niños sin una intervención directa, la fuerza que tienen, las acciones que realizan, sus exploraciones con todo el cuerpo, el respeto que tienen, una seguridad y confianza en ellos mismos que les permite un amplio mundo con infinitas posibilidades para lo que deseen, ... 
Unos minutos donde también ha estado para terminar, el espacio de relajación que durante un breve tiempo se han puesto varios peques ha hacer, unos a otros, sentados y en fila con las piernas abiertas: 


Casca un huevo, cae la yema 
(sobre la cabeza)
casca un huevo, cae la yema 
(sobre la cabeza)
suben las hormiguitas, bajan las hormiguitas 
(con la yema de los dedos por la espalda)
suben los elefantes, bajan los elefantes 
(con las manos cerradas, puños, por la espalda)
pican los vampiros, pican los vampiros 
(pelliscos pequeños por toda la espalda)

Hacen frío, muuucho frío 
(soplar en la nuca)
dibujo una carita que es así... 
 -por ejemplo, un oso con dus dos ojos y su sonrisa-
(dibujo con un dedo sobre la espalda)


Un 'masaje' relajante con el que se ha despedido la sesión de hoy.


Subíamos del patio para comer. En el momento de la alimentación son ellos los que se organizan y se sientan solos escogiendo en que sitio quieren comer, Concha poco a poco va indicando quien se levanta a lavar las manos, van de tres en tres.













Cuando están todos, se dice quien es el encargado de repartir los vasos para beber agua y quien el de las cucharas para comer. Cada día es un peque distinto y también realizan diferentes las acciones peques distintos.
La organización y que los niños y niñas puedan saber a quien le toca es mediante una lista gigante donde aparecen todos los nombres de los niños y niñas acompañados con un dibujo especificativo para cada uno. Hay tres columnas donde se indica en la primera los vasos, en la segunda las cucharas y en el tercera es una regadera del huerto. En cada casilla hay velcro para poder quitarlo y ponerlo a diario, así como tienen también el dibujo que especifica el objeto que ha tocado.


Es después de comer cuando los peques tienen un rato libre para salir a la terraza (distinta a la que salíamos con 1-2 años, puesto que hay dos terrazas en la parte de arriba de la escuela)



Clase de la abuelita al fondo

















Un espacio bastante amplio que comparten dos aulas, lleno de balancines, triciclos, motos, una estructura de un tobogán y una de una casa de plástico. Y que usan después de comer y antes de dormirse la siesta.



Antes de ir a dormir y tras quitarse ya los zapatos, Concha ha decidido introducir la siesta mediante un cuento, 'El zapatero'.
Un cuento que me ha encantado porque ha sido únicamente verbal, apoyándose Concha en la comunicación no verbal (tonos, volumen, gestos,...). Acostumbrados a tener un material físico de soporte donde haya un texto o unas ilustraciones, he de decir que ha sido un mundo mágico, es mirar, sentir y escuchar a la vez que imaginaba a cada uno de los personajes en mi mente. Me he metido de lleno en un cuento que se ha transmitido de boca en boca (como antiguamente jeje).

Un zapatero que no consigue arreglar más zapatos y un día se le aparece un duende, quien le da un consejo para solucionar su problema, hay que cantar lo siguiente: 

Envolviendo, desenvolviendo (acción con los brazos)
estira, estira (estiramos primero un brazo, luego el otro)
pam pam pam (chocamos puño con puño)
zapatero a remendar tus zapatos sin parar (chocamos una palma con la otra)

Una vez que el zapatero canta eso puede arreglar ya cualquier zapato. Así que aparecen en su casa tres personajes: 
Primero caperucita que necesita arreglar sus zapatos (se canta la canción).
Segundo un gigante, donde los gestos son exagerados de tamaño.
Y tercero, un bicho pequeño pequeño que tiene voz finita y bajita, y unos zapatos enanitos que permiten hacer los gestos muy pequeños.

Tras cantar la canción con cada personaje, cada uno recoge sus zapatos y botas listos para ponérselos. Gracias a un consejo y una canción repetitiva y con juego, el zapatero se va a dormir con el trabajo realizado.

Un cuento que hemos seguido en todo momento, terminando con voz muy bajita para irnos a la cama... se apagan las luces y se bajan gradualmente las persianas.
El día va terminando, las familias recogen a sus peques tras la siesta y Edu y yo nos vamos, por supuesto para volver, decimos adiós al DÍA 44

Buenas noches, pensando un nuevo y mágico día  :)



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